28 مايو 2007

representación de las sirenas...

Ulises y las sirenas, Waterhouse.

Ulises y las sirenas, vaso griego.

16 مايو 2007

Ixtepec

Aquí estoy, sentado sobre esta piedra aparente. Sólo mi memoria sabe lo que encierra. La veo y me recuerdo, y como el agua va al agua, así yo, melancólico, vengo a encontrarme en su imagen cubierta por el polvo, rodeada de hierbas, encerrada en sí misma y condenada a la memoria y a su variado espejo. La veo, y me transfiguro en multitud de colores y de tiempos. Estoy y estuve en muchos ojos. Yo sólo soy memoria y la memoria que de mí se tenga.
Desde esta altura me contemplo: grande, tendido en un valle seco. Me rodean unas montañas espinosas y unas llanuras amarillas pobladas de coyotes. Mis casas son bajas, pintadas de blanco, y sus tejados aparecen resecos por el sol o brillantes por el agua, según sea el tiempo de lluvias o de secas. Hay días como hoy en los que recordarme me da pena. Quisiera no tener memoria o convertirme en el piadoso polvo para escapar a la condena de mirarme.

Elena Garro, Los recuerdos del porvenir (publicado en 1963)

Más sirenas de Starbucks



15 مايو 2007

la publicidad




Después de escuchar a Cortázar en un anuncio de relojes y ver como otro spot ha imitado la famosa escena inicial de "Le Mépris" de Godard, he encontrado por internet este parecido sospechoso entre Melusina y Starbucks... Los publicistas son los más avispados. Luego dirá Sarkozy que no sirven para nada las Letras Clásicas...

7 مايو 2007

M. Sarkozy

Aprovecho la tristeza del momento para denunciar una más de las barbaridades del flamante presidente de la República Francesa, que de ahora en adelante olerá de nuevo a rancio, como en esos brillantes tiempos que M. Sarkozy parece echar tanto de menos.

Lo siento M. Sarkozy pero no, mayo del 68 no fue un crimen y no lamento sus consecuencias, antes al contrario. En cambio, la demagogia sí debería ser prohibida.

Desgraciadamente, como usted bien dice, cada uno ha de tener lo que se merece. Los franceses también.

3 مايو 2007

Nostalgia 3: Ya no queda nada





Como bien dijo mi progenitor: "ya no queda nada".
No, desde luego, he tenido que tirar mis antiguos juguetes (he conservado un mínino de peluches y un par de disfraces). Eso sí, antes de que entrasen en el limbo de los vertederos les hice fotos a ciertos objetos que me traen buenos recuerdos.
Qué bonito es "madurar" y ver como el cariño se convierte en peleas por dinero y reproches. ¡Cuánta sabiduría nos transmiten nuestros padres! Yo continúo aprendiendo de ellos, cada día más.